A día de hoy nadie duda de la importancia de contar con un sistema de extracción y filtrado para mantener el taller libre de partículas y sustancias nocivas para la salud, cuando realizamos trabajos de grabado y corte con una máquina láser sobre materiales como madera, caucho, metacrilato, etc.
Pero cuando se trata de otras tecnologías de fabricación digital, como las impresoras 3D, cuyo uso dentro de la pequeña empresa, centros educativos o domicilios particulares es más reciente, aún existe mucho desconocimiento sobre lo perjudiciales que pueden resultar los humos que se producen al fundir estas la bobina de filamento.
¿Por qué necesito un filtro para mi impresora 3D?
En el caso de la impresión FDM, por ejemplo, el filamento debe calentarse hasta su temperatura de fusión. A esas temperaturas, los materiales pueden vaporizarse y condensar en partículas minúsculas, de un tamaño especialmente peligroso, o emitir gases dañinos.
Los materiales como el ABS, Nylon, HIPS, HDPE y otros plásticos provenientes del petróleo suspenden los tests de seguridad química, cosa que los sitúa en las listas americanas y europeas de sustancias tóxicas. Incluso el PLA emite aldehidos, que son conocidos irritantes de las mucosas nasales y ojos. El ABS por su parte, libera nanopartículas, metales pesados y aditivos como pigmentos sintéticos y plastificantes.
El mayor problema reside en que algunos petroquímicos son persistentes, acumulativos y tóxicos, permaneciendo en el cuerpo e incrementando el riesgo de enfermar los tejidos del organismo.
Para proteger la salud de los operarios, profesores, estudiantes, etc. es importante extraer y filtrar los humos.
Laser Project dispone de una ámplia gama de sistemas de extracción y filtros para impresoras 3D.